¿Estás planeando un Eurotrip pero tenés dudas sobre en qué momento del año es mejor hacerlo? Acá te traigo cinco ventajas de viajar a Europa en los meses de calor, de verano, de playita, ¡de fiesta! Antes de mencionar cada una de las ventajas, recordemos que el verano comienza en el hemisferio norte alrededor del 21 de junio y finaliza alrededor del 22 de setiembre. Dicho esto, vamos a lo que vinimos.
Ventaja N°1: días más largos
La primera ventaja es tal vez la más obvia y al mismo tiempo una de las más relevantes. Al viajar en verano tendremos muchas más horas de luz solar que si lo hacemos en otras estaciones – en especial en comparación con el invierno- y esto hará que podamos aprovechar mucho más nuestro tiempo en Europa. Para que tengas una idea, el 21 de junio de 2024 el sol saldrá en Madrid a las 06:45 y se pondrá a las 21:49 mientras que el 21 de diciembre de 2023 lo hará a las 08:34 y 17:51 respectivamente. Es decir, un total de más de quince horas de sol al comienzo del verano contra un poco más de nueve al comienzo del invierno, lo que hace que tengas seis horas más por día para disfrutar tu destino de día. ¿Qué te parece?
Esta ventaja no solamente te da la posibilidad de tener más horas diurnas en cada destino, sino que también te permite no estar tan apurado como en otras épocas del año. Expliquemos esto: si viajas en invierno estás casi obligado a empezar tu día super temprano porque el frío cuando se pone el sol puede llegar a ser insoportable. Si no salís a recorrer la ciudad o destino bien temprano te quedarás con muy pocas horas de luz para visitar lugares turísticos y disfrutar lo que Europa tiene para ofrecer. Ojo, todos sabemos que en un viaje estaremos mucho más felices de “madrugar” que para ir a trabajar, pero también es cierto que es agradable estar un poco más relajados con la hora y disfrutar tranquilos del desayuno del hotel o hostel. En definitiva se trata de llevar un ritmo un poco más relajado ya que al fin y al cabo estamos de vacaciones, ¿verdad?
A su vez, si ustedes son como yo y les gusta un poquito la noche y quieren disfrutar lo que la vida nocturna europea tenga para ofrecerles, el viajar en verano les permite salir de vez en cuando a clubes o bares sin que eso signifique tener que dormir solamente un par de horas. No es lo mismo salir hasta las tres o cinco de la mañana pero poder dormir hasta las once, que tener que despertar a las ocho. En verano podrías despertarte a las once ese día, desayunar y prepararte para salir y estar al mediodía ya en un tour o atracción turística, con unas ocho o nueve horas de sol por delante, ¡algo impensado en invierno!
Ventaja N°2: necesitarás menos equipaje
Al viajar en verano no necesitarás llevar camperas o abrigos grandes y voluminosos ni muchos pantalones, por lo que necesitarás un equipaje más chico y podrás cargar con menos peso durante los traslados. En efecto, en mi último Eurotrip que fue precisamente en verano llevé solamente un jean –que no utilicé- y una camperita tipo canguro que utilicé básicamente en los aviones, debido al aire acondicionado. Viajé un mes con una mochila y un carry–on y la casi totalidad de mi ropa consistía en bermudas o shorts, camisetas y camisas de manga corta. Te preguntarás: «¿todo un mes con la ropa que entra en un carry-on?” Sí, ¡es posible! Solamente tenés que lavar ropa cada una semana aproximadamente y listo. La mayoría de los lugares donde te hospedarás ofrecen servicio de lavandería por una módica suma de dinero, así sea en modalidad de autoservice o que te lo hagan todo ellos. En caso de que tu alojamiento no incluya este servicio, abundan en Europa los lavaderos de ropa, sobre todo en las zonas donde hay mayor afluencia de turistas.
Aparte de la comodidad que implica viajar con poco equipaje, una de las razones principales para hacerlo de esa manera radica en que si planeas tomar vuelos internos en Europa, te van a salir considerablemente más baratos. En la actualidad -2024-, cuando buscas un vuelo europeo en un buscador de vuelos generalmente el primer precio que figura se refiere al vuelo sin incluir más equipaje que una pequeña mochila o cartera. Dependiendo de la aerolínea, el punto de partida, el destino y otros factores, sumar a la tarifa un equipaje de carry-on puede costar entre 30 y 80 euros, lo cual encarece bastante el costo total, llegando muchas veces a duplicarlo. Pero, sin embargo, el costo de agregar un equipaje mediano o grande, de hasta 23 kilos, generalmente puede ser el doble. Imagínate que planeas tomar tres o cuatro vuelos en total durante tu viaje: el ahorro puede ser significativo. Cabe destacar que los cargos extra por llevar equipaje pueden incluso aplicar a los vuelos transatlánticos desde América Latina a Europa, dependiendo de la tarifa seleccionada al comprar. Siempre es importante chequear esto al momento de la compra para no llevarnos sorpresas más tarde.
El último aspecto relacionado al equipaje que creo relevante mencionar es que viajar en verano puede hacer más fácil, hacia el final de tu viaje, que aproveches para comprar ropa en Europa, más barata y de una mayor variedad que en tu país de origen. En ese caso probablemente deberás comprar un equipaje extra y pagar por él en el último vuelo desde Europa a tu país de residencia, pero imagínate que ya estás viajando desde el principio con un equipaje mediano o grande, ¿te sería cómodo o sencillo agregar otro más? Mmmm, yo creo que no.
Ventaja N°3: ciudad y playa
La tercera ventaja de viajar en verano permite que nuestro viaje sea más heterogéneo y variado. ¿Te imaginas estar un día paseando por los jardines del Palacio de Versalles, tomarte un vuelo de una hora y media para al día siguiente estar chapoteando en el agua templada de una cala bajo el sol de Mallorca? ¡Esto es posible si viajas en verano! Esta época del año te permite combinar destinos de sol y playa como las costas española, italiana, croata o griega y capitales europeas clásicas como Madrid, París, Londres y Roma. Este punto no es menor para los que, como yo, amamos ir a la playa, sobre todo viniendo del frío invierno sudamericano. Esto nos lleva a la siguiente ventaja.
Ventaja N°4: escapar del invierno
Sin dudas uno de los mayores placeres de viajar en esta época desde, por ejemplo, Sudamérica, es la posibilidad de cortar durante unas semanas el frío y húmedo invierno de Buenos Aires, Montevideo o Santiago de Chile. A mí no me gusta nada el invierno, por lo que viajar a Europa en junio, julio o agosto es una idea que me emociona muchísimo. En mi último eurotrip veraniego tuve el placer de meterme al agua del Mar Adriático en hermosas calas de Hvar y Dubrovnik en Croacia así como en España, mientras que de haberme quedado en Sudamérica en esa época del año no podría ni acercarme al océano sin temblar de frio. Para mi particularmente, esta es una de mis razones favoritas para preferir viajar en verano a Europa. Soy team verano y solo con pensar en sentir el calorcito filtrándose entre la manga y el avión al aterrizar en Madrid me surge una sonrisa de oreja a oreja.
Ventaja N°5: festivales
La última ventaja de viajar en verano es especialmente importante para los amantes de la música y la fiesta. Sin dudas el verano es la época en la que hay mayor cantidad y más importantes festivales de música en el viejo continente, empezando por el famosísimo y popular festival de música electrónica Tomorrowland que se lleva a cabo en Boom, Bélgica durante dos o tres fines de semana de cada mes de julio. Ya sea que decidas viajar principalmente para asistir a uno o varios festivales, o que ya que viajas aprovechas para mechar alguno, esta es la mejor época para hacerlo. Otros de los principales festivales veraniegos son Glastonbury Festival (Reino Unido, junio), Sziget Festival (Hungría, agosto), Exit (Serbia, julio), entre muchos otros. En caso de querer asistir a alguno de estos festivales te recomiendo que planees tu viaje con bastante anticipación ya que tanto los tickets como los alojamientos -ya sea en los propios festivales, como en lugares cercanos- suelen agotarse con meses de anticipación.